Receta de Tarta de Queso y Fresa

Te imaginas recibir a tu familia con este lindo detalle???, esta será una de tus recetas favoritas, porque la mezcla de sabores te resultará insuperable. Te detallamos el proceso para hacerla tú mism@ en casa.

Ingredientes: - 70 gramos de mantequilla sin sal - 150 gramos de galletas gruesas - 220 ml de crema de leche - 650 gramos de queso crema - 150 gramos de azúcar blanca - 3 huevos - 250 gramos de fresas

Preparación: Antes que todo preparamos el molde que vayamos a usar para hacer la tarta, enmantequillando de unos 20-22 centímetros. Después trituramos las galletas, que pueden ser del tipo que quieras, aunque suelen quedar mejor con la de leche o similares. Una vez tengas las galletas bien trituradas, las mezclamos con la mantequilla un poco derretida, con la ayuda del batidor manual o máquina (anexo foto), para que nos quede una pasta compacta y manejable. Con esta masa vamos a cubrir la base de nuestro molde, dejando un grosor de medio centímetro, intentando dejarlo lo más nivelado posible. Nos podemos ayudar con la parte de abajo de un vaso para hacer presión. Dejamos guardado el molde en la nevera, con 10 minutos bastará, para que la masa se cuaje más.

Para empezar a hacer el relleno, primero mezclamos bien todo el queso con el azúcar, para lo que te recomendamos emplear una batidora con varillas. Cuando esté bien mezclado, añadimos la crema de leche, mejor si está recién sacada de la nevera, esto le dará un poco más de volumen a la mezcla.

Ahora vamos a coger las fresas, dejando algunas para adornar, que habremos limpiado y cortado la parte de arriba, y las vertemos a la mezcla anterior y batimos para que se integren con la misma. Por último, mezclamos de nuevo y añadimos los 3 huevos, uno a uno, batiéndolo un poco antes de agregar el siguiente. Una vez acabemos vertemos el relleno en el molde sobre la base que preparamos antes, que ya habrá cuajado un poco más en la nevera. Por encima adornamos con unas rodajas de fresa, de las que habíamos apartado antes, y metemos en la nevera, donde debe permanecer unas 7-8 horas al menos, para que se compacte la tarta y podamos comerla.

Cuando la saques de la nevera pasado ese tiempo, desmolda con cuidado y ya puedes servir esta estupenda receta de tarta de queso y fresa.

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